18 de junio de 2010 - Aire
Balance de amor
Una U muy grande, blanquísima, salía de tu boca. No era una O de admiración. Ni una I de miedo intenso. Eran divinas tus arrugas, tu piel algo seca. Tus marcas. Tus señas. Eras divino tú y toda tu vida era una poesía. Única. Bella. Inmensa. Al final, ni con otro corazón, ni con el […]