No sé porqué razón hoy lo he recordado. Hacía meses que no ocurría, pero el otro día volvió a pasar. Después del tropiezo contra un alambre asesino, me caí redonda al polvoriento suelo. En ese mismo segundo, y en ese mismo lugar, bajaban de sus autobuses unos quinientos adolescentes, que como no podía ser de otra forma, fueron testigos de mi hazaña…
Con los años, mi cuerpo ha adquirido unas defensas parecidas a los Lcasei inmunitas, pero al estilo Massiel, es decir, inmunes a la verguenza. Bueno, en realidad no son del todo efectivas, ya que la verguenza aparece al cabo de unos días, tomando forma de un rojo tomate en mis mofletes, y una temperatura de unos 40º en mi cuerpo.
Pd: Cómo mola ser de efectos retardados.
Pd2: Para los que lo anden dudando, esto no es ninguna metáfora: Me hostié
27 de abril de 2005 a las 6:48 pm Chof dice:
Splashhhhh
27 de abril de 2005 a las 11:29 pm Alex dice:
Bueno momentos así creo que los hemos pasado todos. Y quien no lo reconozca que se pegue el primer tropiezo.
29 de abril de 2005 a las 12:24 am Rozío dice:
Una amiga se da contra las farolas (de lleno) a plena luz del día y sin haber bebido absolutamente nada. Es muy curioso ir andando por la calle, escuchar un extraño ruido, volver la cara y ver la farola temblando y a Toni con las lágrimas saltadas tapándose la nariz.
De todo debe haber en la Viña del Señor.
29 de abril de 2005 a las 5:15 pm Pablito:: dice:
Pasa de seguido. Todavia tengo una cuenta pendiente con la puerta de un almacen, pero ya la voy a ver otra vez, y esta pienso ganarla yo.
29 de abril de 2005 a las 10:42 pm pepevi dice:
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1 de mayo de 2005 a las 10:44 am nando dice:
la vida desde el suelo se ve de otra manera…
1 de mayo de 2005 a las 9:33 pm Serch dice:
Joder, pues sí que tiene que molar, sí… yo también quiero ser de efectos retardados!!
encima, con mi peaso sentido del ridículo…